Jul 13, 2008

Un alivio

Todos los días a media mañana suelo salir a la terraza y antes de leer un rato miro el parque que tengo delante. Mi ciudad está al borde del mar, con un clima estupendo todo el año, apenas llueve, no hay prácticamente contaminación, pero creo que la procesión va por dentro porque no hay día que no vea el panorama gris, mejor dicho difuso, sin brillo,apagado...

Así, un día y otro pero hoy ha ocurrido algo extraño.

Anoche estuvieron un rato Ana y Celina, una amiga suya. Después de tomar algo y coger Ana una cosa, se fueron.

He ido a comprar algo y al volver he salido como siempre a la terraza. Pero hoy veo el parque de otra manera, las zonas verdes, el color de la piscina, las palmeras. También el cielo ha ganado color, el sol luce más, se refleja en todas partes y mi ciudad, mi barrio, mi ánimo ha cambiado. Me alegra sentir esa sensación de optimismo, de alegría y cuando me doy cuenta de todo ello, trazo unas líneas en un papel y me pongo a leer un poco.

Noto que también el libro se deja leer mejor, el texto, las notas a pie de página, participan en esa sensación interior y de nuevo me alegro.Leo y no me entero porque estoy un poco asombrado de algo que no acabo de reconocer.. Hasta que por fin, a media mañana,cuando recogo lo de la noche anterior, comprendo.

No ha habido un cambio en el aire, ni en el ánimo, ni en el alma. Es todo más sencillo.

La toallita húmeda, ya seca, usada, arrugada, estaba en la cocina y mis gafas más limpias claro.